Sunday, July 23, 2006

The evil that men do...

Hola de nuevo:

Supongo que esta actualización de mi blog pillará a más de uno por sorpresa, y la verdad es que casi a mí también; ha pasado muchísimo tiempo desde mi última actualización, me han pasado multitud de cosas y he sentido la necesidad de compartirlas con alguien, aquéllos que puedan leer estas líneas, y, principalmente, conmigo mismo.
Siempre he sido una persona reflexiva, que piensa mucho - demasiado, según los que me rodean -, que siempre se toma muy literalmente las cosas, sin buscar dobles sentidos. Como suele decirse, para mí no existen los grises, tan sólo existe el blanco o el negro. En otras palabras, considero una persona o buena o mala, simpática o antipática, agradable o desagradable, sin pararme a pensar que entre medio hay multitud de matices que son los que diferencian a las personas, que todos tenemos nuestras épocas y nuestros días de mejor o peor humor.

Cuando uno pasa por determinadas experiencias en su vida, las suele almacenar, para aprender de ellas y no cometer, en la medida de lo posible, el mismo fallo en el futuro; pero, así como el hombre es el único ser que tropieza dos veces sobre la misma piedra, yo me tropiezo no una, sino doscientas veces si es necesario. En una palabra, soy una persona que no sabe ver en las malicias de los demás, que siempre va de buena fe, y que, por tanto, se da demasiados coscorrones en la vida. Pero, a pesar de todo, sigo confiando en la buena fe de los que me rodean.
Ese en apariencia noble sentimiento no tiene por qué ser algo negativo; por contraste, también tengo mis periodos misántropos, momentos en los que sólo veo lo negativo de las personas, en los que estoy harto de que me tomen el pelo, que me manipulen, etc. Y ahora es uno de esos momentos... estas últimas semanas me han pasado demasiadas cosas que me han hartado y puesto de un mal humor poco imaginable estando como estoy en mi periodo de vacaciones. Es lo que tiene ser un inadaptado social, que sientes que nadie te comprende - y últimamente, la verdad, es que me da igual -; pero tiene sus ventajas, al menos ahora puedo enviar a tomar viento a quien me apetezca y sin cargo de conciencia.

Ésto es todo por ahora... no more no less...