Within Temptation, o cómo ingresar en el mainstream
A veces suceden cosas realmente curiosas en el mundo de la música, y el caso de Within Temptation, la banda sobre la que va a tratar este post, no deja de asombrarme, por mucho que lo medite. Within Temptation, para quien todavía no lo sepa, es una banda holandesa de metal gótico formada en Holanda allá por el año 96, por el guitarrista Robert Westerholt y la cantante Sharon den Adel - que podéis ver en la foto en su concierto en Madrid del martes pasado -. Hasta la edición de su último cd, titutlado The Silent Force, Within Temptation era una de tantas bandas de metal gótico desconocidas fuera de los círculos de fans de dicho estilo. Su primer disco, titulado Enter, seguía los parámetros de grupos como Theater of Tragedy, es decir, metal lento, con una voz de chica muy lírica, y luego una voz gutural rasgada ejerciendo el contrapunto extremo. Tres años más tarde aparece su segundo larga duración, titulado 'Mother Earth', en el que se aprecia una notable evolución en el sonido del grupo, pues se eliminan las voces guturales y se pone el énfasis en la faceta melódica del grupo, con muchísimas orquestaciones.
Hasta aquí no hay mucho más que reseñar. Within Temptation eran una banda más dentro de la escena gótica, con más o menos seguidores. Pero este año se edita su tercer larga duración, titulado The Silent Force y, para mi sorpresa, pasan a ser promocionados de una forma brutal, saliendo en las emisoras de radio más conocidas del país - incluso son patrocinados por Los 40 Principales -, sus videoclips son emitidos regularmente por los programas de música. En definitiva, pasan a formar parte de lo que llamamos 'mainstream'. Musicalmente se nota una evolución también, no hay que negarlo... el cambio de productor ha hecho algo más accesible su sonido, y las composiciones también son bastante más fáciles, más standard. Al escuchar su primer single, titulado Stand my ground, tuve la impresión de estar escuchando a Evanescence pero con Sharon como cantante... La primera impresión fue de sorpresa, pues creía, y sigo creyendo, que Within Temptation tienen suficiente nombre como para no tener que imitar a nadie, y más teniendo en cuenta que llevan más años en ésto que la banda americana. Pero, una vez superado el shock, y escuchado el disco, tuve que reconocer que seguían siendo ellos, distintos en cada disco y bastante más comerciales, éso sí.
Lo que me llama poderosamente la atención de todo ésto son los factores que, en mi opinión, les han hecho ser más conocidos: en primer lugar, el acercar su sonido a bandas de éxito como Evanescence y, en segundo lugar, para qué engañarnos, Sharon tiene muchísimo carisma y es guapa a rabiar. En tercer lugar está la fuerte apuesta de su productora, la todopoderosa BMG, por hacerlos conocidos en todo el mundo. Todo ello ha hecho que hayan perdido muchos de sus antiguos fans, que no han podido digerir la comerciabilidad de su nuevo sonido, pues se sienten en cierta forma traicionados por el grupo. Y en cierta medida lo puedo entender; yo mismo estuve tentado de hacer lo mismo, si no hubiese sido porque The Silent Force me parece un disco lo suficientemente bueno como para no dejarlo de lado (canciones como It's the fear o Angels me parecen extremadamente buenas, a pesar de su sencillez). Por otro lado, han conseguido lo que supongo buscaban, que una legión de fans, mayoritariamente jóvenes, les sigan fielmente; buena muestra de ello lo tenemos con su vuelta a España, donde realizarán otros 3 conciertos, y ya hay noticias de un posible retorno a finales de año. Si se confirmase, serían 3 las veces en que han venido a España. Yo pude asistir a su concierto en Barcelona celebrado el 11 de marzo, y he de decir que me gustaron. Sonaron bastante bien, pero, por desgracia, el setlist se centraba demasiado en The Silent Force, como no podía ser de otra forma, supongo. Pero me dolió que la gente corease mucho más Stand my ground que otros de sus clásicos, como Mother earth, o, sobre todo, su para mí mejor canción y que hizo que me enganchase de forma irremisible a ellos, Ice queen. De ese concierto me quedará para siempre una anécdota... y es que estando yo y un amigo contando las canciones del setlist que pertenecían a Mother Earth o The silent force, sus dos últimos discos, se giró un chico y nos dijo, con toda su inocencia "Ah, ¿pero tienen más de un disco?". El caso se queda en anécdota, pero es suficientemente ilustrativo de lo que puede llegar a pasar en los casos en que una banda pasa a ser conocida por el gran público.
Ésto es todo por ahora. Mañana más.
1 Comments:
Por desgracia, en cierto modo, pasa demasiado lo que dices: grupos que (desde un punto de vista medianamente purista) se pervierten para vender más. Mi opinión está formada de elementos enfrentados, al respecto de este tema. Es cuanto menos, compleja.
Veamos, hay varios tipos de músico, pero el modelo al que muchos aspiran es el de músico que se puede ganar muy bien la vida tocando. Es decir, que uno está en el mundillo por el dinero. El hecho de venderse al mainstream, es la expresión final de este deseo, seamos realistas. Sin entrar en el debate de si el meterte en mainstream es buscar que tu carrera se queme demasiado rápido (pues como bien dices, muchos fans dejan estas bandas cuando pasa esto, y los mascachapas que escuchan mainstream por lo general desean productos nuevos y diferentes cada poco tiempo), en todo caso, es una opción respetable. Aun así me gustaría ver si les sale tan a cuenta: a parte del motivo antes expuesto, entrar en mainstream también implica que te piratearán más (el aficionado a la mtv no es tan fiel al cd como lo es el metalero, en general). Bueno, se supone pues que recorrer el camino corto y fácil del lado oscuro, aun con todo, les sale a cuenta.
Un problema que tiene el mainstream, en todas partes (y aquí donde estoy, en Japón, es MUCHO peor), es que limita la creatividad. Si bien en Europa se está imponiendo lentamente un modelo de música duro, ni que sea basado en Nu-mierdal, y grupos q se pasan al mainstream en mayor o menor medida, este proceso lo llevan a cabo en muchos casos ciñéndose a unos patrones de corrección social, política y estética ( y musical, vamos), que ojala no existieran. En todo caso, personalmente prefiero este modelo de música que la mierda pachanga estival / OT, que se estila tanto por esos y estos lares. Solo deseo que estos grupos de metal (suavecito, vamos), sepan ver el límite que tienen que marcarse para no romper consigo mismos y con su pasado. Ah, bueno, si es eso lo que quieren, allá les zurzan, vamos, pero bien, que en el equilibrio está el buen gusto, dicen.
Para finalizar, quiero dejar clara una cosa. No es que sea un nostálgico del metal / rock de antes (que en cierta manera lo soy). Entiendo que el pasado es el pasado, y las cosas cambian (evolucionan / involucionan), como los gustos musicales. Eso si, aun aceptando todo esto, uno tiene sus gustos y le gustaría que la radiofórmula no aireara la mierda que da hoy en día. Ídem aquí en Japón, aunque por desgracia, aquí la música es todavía (y seguirá siendo), algo demasiado light, estúpido, y plagiario (dícesele jpop, alias la muerte de la imaginación musical, o como sacar 200.000 canciones de un mismo patrón de acordes). Pa vomitar.
Roger
P.S: a ver si hay más gente que escribe, que esto ya parece un diálogo de congrios (¿???)
Post a Comment
<< Home