El mañana ya llegó...

Parecía imposible, pero es cierto... aquí estoy de nuevo actualizando mi blog. Han sido dos meses y medio de inactividad, y pido disculpas por ello, por si algún alma descarriada iba mirando el blog a ver si por casualidad lo actualizada. Han sido múltiples causas, una de ellas el cansancio, la pereza, y el estado mental de un servidor, que no le daban para mucho más. Pero bueno, aquí estoy de nuevo, con las pilas cargadas, y espero irlo actualizando con mucha más regularidad.

La verdad que han sido dos meses y medio bien aprovechados. He hecho algún viaje que otro, lo que me ha servido para desconectar de todo lo que me rodea en Barcelona, lo que me ha permitido, desde la distancia, poder valorar mejor las cosas. Mi actitud es ahora algo distinta, algo más positiva, lo cual creo que los que me rodean sabrán valorar en su justa medida. No digo que ahora sea la alegría de la huerta, pues nunca lo he sido, pero ahora soy de la opinión que alguna sonrisa y alguna broma, aunque sea algo cafre, nunca está de más. Tampoco es que haya habido un cambio sustancial en mi vida, pues sigue más o menos la misma rutina: por las mañanas, gimnasio o fútbol, dependiendo del día, por las tardes trabajo y por las noches descanso delante del ordenador. Pero ahora me lo tomo con algo más de ganas de divertirme, y no con una actitud tan trascendental, que era lo que pasaba antes. Veremos cuánto me dura el subidón, y espero que dure, que estar así es francamente agradable.

La foto que veís es de mi reciente viaje a Jerez de la Frontera, aprovechando que allí se celebra la Feria del Caballo - no seáis malpensados con lo del caballo, que os conozco... -. Pasé unos dos días muy buenos allí, que podrían haber sido más si mi mala cabeza no me hubiese hecho la mala pasada de reservar el viaje de vuelta para el día siete, cuando en realidad lo quería para el día ocho, domingo. Pero en fin, nadie es perfecto, y yo menos, y lo que importa es que pasé unos días muy muy agradables allí. La chica que está conmigo en la foto es mi amiga Fátima, de Jerez, que tuvo la santa paciencia de aguantarme y de estar conmigo durante todo el tiempo que allí estuve. Desde aquí, transmitirle una vez más mi más sincero agradecimiento por ser tan buena conmigo - aunque ya se lo haya dicho cinco o seis veces, una más no está de más -.
Por otro lado, no sería justo tampoco olvidarme de otras personas que estuvieron conmigo durante el viaje, como Josemi, Jose o Iván. Desde aquí, si me leen, decirles que pasé un muy buen rato con ellos.

Tampoco puedo olvidar a otras personas que estuvieron conmigo en otro viaje que hice a Ferrol, como son mi hospedero Miguel, que tuvo el valor de acogerme en su casa, o mi buena amiga Silvia, que a pesar de los pesares, de en principio no poder quedar por la escuela, en otras por tener migraña, hizo lo posible por quedar conmigo y darme un garbeo por la ciudad. Muchísimas gracias por vuestra hospitalidad y compañía. Espero poder repetir pronto, siempre que estéis dispuestos a aguantarme. Gracias en especial a Silvia, cuyas palabras en aquella cena me hicieron pensar y reflexionar, y fueron un buen punto de inflexión a la hora de poder encaminar mi actitud de la forma que lo estoy haciendo ahora.

En fin, me ha quedado un post de lo más empalagoso, pero es que no quería olvidar a ninguna de las personas que me acompañaron en estos mis viajes por diferentes lugares de la geografía hispana. Tan sólo deciros que.. valéis mucho, todos, me alegra mucho haberos conocido.

Bueno, mañana más - espero que sea mañana, y no dentro de quince días -

David