Dêja-vû
En contra de lo que este post pueda parecer, no soy ningún gran fan del alcohol, ni de las bebidas alcohólicas. De hecho, no he empezado a consumir de este tipo de productos hasta hace cuatro o cinco años, que es más o menos el periodo de tiempo que llevo saliendo por ahí los fines de semana con mayor o menor regularidad, dependiendo de la época y el estado de ánimo. No soy capaz de tomarme sola una bebida alcohólica, salvo las de menor gradación, como puedan ser la cerveza o el vino, sino que las bebidas como el vodka, ginebra y demás las he de combinar con otras bebidas tales como la Fanta, Coca-cola, lima o zumo de piña. Y siempre los cubatas que me tomo los suelo pedir poco cargados, porque, por mi constitución y mi falta de costumbre a la hora de beber, el alcohol me sube muy rápido, y al poco de consumirlo ya la cabeza me da vueltas y digo más tonterías de las debidas - éso cuando voy contento, que si llega el punto en que me emborracho, no puedo decir nada porque estoy demasiado ocupado durmiendo la mona y/o vomitando -.
Ésto de las tonterías viene al caso por algo que me pasó ayer, y es que estaba yo por ahí, habiendo consumido antes unas cervecitas (concretamente, dos, mezcladas con fanta limón), que no es algo que deba subir demasiado, cuando me fui a casa. Me notaba contento, en el típico estado de euforia y de inconsciencia en el que te sumerges cuando el alcohol ingerido te sube más de la cuenta, y que anuncia, de seguir en la ingesta del mismo, una inminente borrachera. Tampoco había comido mucho, así que era lógico que me subiese más de la cuenta. El caso es que me dio por hacer una llamada de teléfono, y bueno, entre que la conversación fue bastante extraña, interrumpida en varias ocasiones - no por mí, sino por mis interlocutores -, y que hablé con 3 personas diferentes durante la misma, creo que solté unas cuantas muchas incoherencias, sobre todo una frase que solté pensando que mi interlocutor era una persona y al final era otra xDDD. Si es que el alcohol hace milagros, puede transformar a alguien tan serio como yo en un torrente de risas y expresividad a veces socarrona y basta. Y todo por dos claritas que me tomé avanzada la tarde... En fin, que el alcohol obra milagros, como ya dije unas pocas líneas antes.
Por cierto, he escogido esta imagen del vodka más famoso, el Absolut, porque es la bebida que en combinación con otras más me gusta. Sobre todo, me gusta mezclado con lima o con Fanta de limón (o también el Kas Limón), pero que nunca me lo tomaría solo, pues me conozco y un solo trago me haría perder el poco sentido común que aún le queda a mi cabeza, así como hacerme expulsar por vías poco convencionales la comida que hubiese podido ingerir. Ya para acabar, una obviedad. No toméis alcohol si es que vais a conducir, no ya por vuestras seguridad, sino por la de los demás, y, si os vais a emborrachar, no molestéis a nadie... que queda feo y luego uno se crea enemigos por no mantener la boca cerrada - a mí me pasó con un amigo mío que estaba borracho, acabé harto de él esa noche y no he vuelto a hablar con él -. En fin, ésto es todo... mañana más.
David