Friday, January 21, 2005

Dos caras, dos personalidades



Todos tenemos nuestro lado "oculto", aquél que no queremos que los demás vean. En parte, somos poco sinceros, porque siempre, o casi siempre, nos comportamos en función de lo que los demás esperan de nosotros. Yo mismo soy un ejemplo de ello; trabajo en un sitio donde la mayoría de personas no me caen bien,y sin embargo, les sonrío y saludo, como si fueran las personas que más me apetece ver en el mundo. Al mismo tiempo, y como uno tiene fama de callado y reservado, no hablo demasiado, no sea que se extrañen y empiecen a murmurar que qué me ha pasado. Pero claro, uno dirá que una cosa es el trabajo y otra la vida cotidiana, fuera del ambiente laboral. Pero, como animales sociales que somos, estamos condenados a reprimir nuestros verdaderos sentimientos y los sustituimos por lo que la "sociedad" espera de nosotros - y en este caso, lo que me pasa en el trabajo no es más que una manifestación de lo que me pasa en sociedad -.

Esta teoría filosófica no me la he inventado yo; hay multitud de pensadores que acuñaron teorías similares en el pasado. En mi caso, es algo que puedo constatar siguiendo mi propio ejemplo: cuando me quiero enfadar con alguien porque creo que me la ha jugado, no lo hago, también en parte por lo que pueda pensar esa persona. De un tiempo a esta parte, está creciendo en mí una creciente misantropía - o aversión al trato humano -. En parte, porque veo que la vida en sociedad, y la sociedad en sí misma, es un asco, y porque no espero nada bueno de nadie que se cruce en mi camino. En honor a la verdad, no lo experimento con todas las personas que conozco, siempre hay algunas excepciones, algunas de las cuales espero se sientan aludidas al leer estas líneas ^^ -; pero no puedo evitar, últimamente, el hecho de que, si veo a alguien por la calle, pensar que es un idiota que no vale la pena conocer. Es algo de lo que no me enorgullezco, precisamente, y en bastantes ocasiones me sale la vena misántropa con amigos que no se lo merecen - ya hice mención a ello en algún post anterior -.

De ahí que en el post de hoy aparezca Gollum/Smeagol; alguien con dos caras claramente diferenciadas... el malvado Gollum, poseído por el lado oscuro, deseando hacer el mal, y por el otro, el bondadoso y endeble de personalidad Smeagol. Todos tenemos esas dos reversos de la moneda en nuestra personalidad, y depende de nosotros el que a veces salga uno y a veces salga otro. Por mi parte, pocas personas me hacen sacar por ahora el lado bondadoso.

En fin, curioso día hoy, que se inició con una anécdota... Y es que un vecino mío recibió, al parecer, una carta a mi nombre, pero con la dirección equivocada: en el sobre aparecía 3º-6ª, cuando en verdad la mía es 3º 5ª. Mi vecino recibió la carta, pero la metió en el buzón de devoluciones antes de avisarme, y hoy ya no estaba allí. Espero que quien sea me la vuelva a enviar - que pocas cartas recibo, aparte de facturas T_T -.

Ésto es todo por ahora. Mañana más...
Posted by Hello

1 Comments:

At January 22, 2005 at 4:32 AM, Anonymous Anonymous said...

Aquí Cham

Tienes mucha razon, chico, la gente que le rodea a uno suele ser idiota, con pocas excepciones. Y como idiotas que son, a la que se hacen una idea (normalmente superficial y por tanto, equivocada) de tí, tururut, la cagamos: ya no hay quien les saque de ahí. Lo sufrí y mucho en Tokyo (Japón amplía la estupidez humana en un nivel casi superior al de España), y aquí en Kobe es que ya voy rebotado de todo y de todos. Luego uno se acaba acabronando, y con razón. Jode tener que ir con sonrisitas, pero a veces es esto o liarse a tortas con todo lo que te rodea. Normalmente no elegimos la gente que nos rodea en el día a día, o no toda.

Por cierto, tu vecino ¿es imbécil o es imbécil?

El arriba firmante

 

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