Karaoke japonés

En primer lugar, dar una explicación de mi prolongada ausencia a la hora de actualizar el blog; ésta es muy sencilla, y es que llevo días con la depre subida, y como veía que si posteaba iba a escribir acerca de éso, preferí no hacerlo, que bastantes problemas tiene la gente como para que otro les amargue explicando los suyos. Si hoy lo he hecho es porque estoy algo mejor de ánimo (¿por qué será? Supongo que alguno de mis lectores lo sabrá). En fin, hoy hubiese sido un día muy bueno, pues he jugado al fútbol, he marcado incluso un gol, he corrido como un condenado sin cansarme mucho, y hemos ganado el partido; por otro lado me dieron la noticia de la próxima subida del ancho de banda para las ADSL a partir del 6 de marzo. La jornada fue bien, hasta las ocho: me empezó a dar una migraña espantosa marca de la casa que no me ha dejado hasta el momento de escribir estas líneas. Es por ello que escribiré y después me iré a dormir, a ver si el Ibuprofeno 600, junto con una buena dormida totalmente a oscuras, hacen su efecto y mañana me encuentro algo mejor.

Repasando las fotos de mi viaje del año pasado a Japón he encontrado esta curiosa imagen. Hasta entonces, pensaba que los karaokes eran sitios donde uno iba a pasarlo mal, en el sentido de que al cantar mal la canción que tocaba, la gente se metía contigo y a tí te entraba el complejo de inferioridad - reacción que sería totalmente esperable en mi caso -. Pero cuando fui a uno, contra todo pronóstico, le acabé cogiendo el gustillo, y ahora soy fan acérrimo de ellos; obviamente, los japoneses lo tienen mucho mejor montado que en España, con salas cerradas para grupos donde poder desvariar un rato destrozando las canciones que hayas seleccionado. En España, los karaokes suelen ser abiertos, es decir, grandes salas con una tarima donde uno pide una canción, sube al escenario y la "canta" - o lo intenta -; y es éso lo que yo, con mi miedo a las multitudes y a hacer el ridículo, temo más. Es por éso que en España no me animaría a cantar en un karaoke...

Creo recordar que cuando me tomaron esta foto estaba cantando Te peto el kakas, de Gigatrón, pero con la música de The final countdown, de Europe, de fondo. Curioso grupo, Gigatrón, es ese grupo del que nadie tiene el cd, pero del que todo el mundo tiene los mp3; yo, sin dudarlo, lo recomiendo para echarse unas risas, pero para poco más. Éso, sí, si viese el único cd suyo editado por alguna tienda, lo compraría sin dudarlo, pero va a ser que está algo agotado.

En fin, ésto es todo por ahora. La migraña me martillea cada vez más, así que dejaré lo de mirar horarios de aviones para mañana - sí, me voy por ahí en unas mini-vacaciones, aprovechando que en el trabajo nos obligan a coger 5 días a cuenta de vacaciones para antes del 17 de junio -. Bueno, ésto es todo, mañana más...