Tuesday, February 22, 2005

El círco del fútbol



En la antigua sociedad Romana, la gente culta, los llamados ciudadanos romanos, y más particularmente los patricios, la clase más noble, consideraba que el pueblo llano para vivir no necesitaba nada más que lo que ellos llamaban "panes et circenses" (Pan y circo, en una palabra). Esta expresión devino popular, y pasaría a la historia como una de las más conocidas. Su significado es muy simple: al pueblo no hay que darle más que sustento y una diversión (en este caso, el circo Romano, que no era precisamente como el actual) con la que poder olvidar sus problemas cotidianos y pasar un buen rato.

El fútbol ha devenido, en nuestros dias, qué duda cabe, en la versión moderna del antiguo Circo Romano. No hay día que no pase en el trabajo, en algún local, donde sea, que no oiga hablar de la última polémica entre éste o aquél equipo, de que tal presidente se queja por el trato arbitral otorgado a su equipo, de si este jugador debía haber sido expulsado, que si esa jugada o tal otra era penalty, etc. Es como si no importase más el hecho de que Ronaldo haya estornudado que no que se caiga el edificio Windsor presa de las llamas. Es muy fuerte, no sé, el grado de borreguismo de algunos, que tan sólo saben hablar de ese tema; son gente capaz de movilizarse por impedir que el equipo de sus amores no descienda de categoría por impagos a sus trabajadores, pero incapaz de movilizarse cuando lo que se trata es un tema como el terrorismo o de derechos humanos (si no, mirad a los sevillanos, que registraron la mayor movilización de su historia cuando se supo que el Sevilla iba a descender por sus deudas astronómicas). En definitiva, que no existe nada más que fútbol, casi, en los temas de conversación de los "machos" españoles. Y es algo que me ralla bastante; yo soy aficionado al deporte, culé de nacimiento, pero tengo muchas más cosas más importantes que el fútbol, y no por ver un partido me voy a privar de salir y pasar un buen rato, como sé que hace bastante gente. Me la traen al fresco las polémicas arbitrales, aunque en un momento dado sí me puedan molestar, especialmente si el perjudicado es el equipo de mis amores... aunque tengo el don de olvidarlas a los diez minutos.

Desde estas líneas, quisiera decir que no hay que perder la perspectiva de la vida tan sólo por 22 jugadores corriendo detrás de una pelota, y que tenemos temas mucho más importantes que deberían importarnos mucho más. Y ya puestos a pedir, menos ver deporte y más practicarlo, que por moverse un poco no va a pasar nada.

Nada más por ahora... Mañana másPosted by Hello

Tuesday, February 15, 2005

Dark Tranquillity



Supongo que a casi nadie de los que me lean les sonará siquiera el nombre de este veterano conjunto sueco de death metal. Por si acaso, diré que fue formado allá por el año 91 y fueron considerados los pioneros del llamado sonido "Gothemburgo", junto a sus colegas In flames - éstos quizá más conocidos por el público -. Su estilo es un death metal melódico, de voces rasgadas y guturales, guitarras muy distorsionadas aunque con muchísima melodía, y una batería totalmente caracterísitica, que alterna trozos rapidísimos con muchos otros pasajes más tranquilos. El pasado domingo asistí a mi primer concierto del año, en la sala Razzmatazz de Barcelona, y en él actuaban, además de los mencionados Dark Tranquillity, otros grupos como Kreator - abanderados del thrash metal sin concesiones -, los nu metaleros Ektomorf y los death metaleros HateSphere. El concierto estuvo bastante bien, especialmente por Dark Tranquillity, que considero hoy por hoy como mi grupo favorito en cuanto al estilo se refiere. Salvo Ektomorf, los demás grupos rallaron a buena altura - si es que el nu metal, cuando es malo, no me entra ni para atrás -.

Como ya he dicho anteriormente, Dark Tranquillity es uno de los grupos que más asiduamente estoy escuchando en los últimos tiempos. Ya sea por la razón que sea, encuentro su música francamente interesante, de lo mejor del estilo, que ha evolucionado con estilo propio -incorporando magistralmente un teclista en sus dos últimos discos -, y alejada de la tendencia de otras bandas de acercarse demasiado a sonidos americanos del estilo Slipknot o Linkin' Park. A más, en directo tienen el don de conectar con la gente, son muy simpáticos y agradables, y saben ganarse el calor del público aunque no te guste demasiado lo que tocan. El que veis en la foto es su cantante, Mikael Stanne, sin duda el miembro más carismático de la banda; todo un showman sobre el escenario, moviéndose continuamente, y con una voz gutural prodigiosa. Fue una lástima que su concierto durase tan sólo 40 minutos.

Ahora que lo pienso, y fijándome en su nombre, creo que no hay mejor forma de describir lo que pasa por mi cabeza ahora mismo. Una oscura tranquilidad, un precario equilibrio fácilmente rompible por cualquier circunstancia. Y, como no podía ser de otra forma, ciertas personas acaban pagando el pato de mi hiper actividad cerebral. Durante un tiempo pensé en acudir a un psicólogo de verdad - no la asistencia psicológica que me dieron en la Seguridad Social -, pero acabé desechando esa idea porque justo poco después atravesé una buena racha en el particular. Pero ahora, visto que no salgo del pozo - debería aprender de la protagonista de The Ring -, quizá me lo vuelva a plantear. Si es que, si tú no sales del pozo, sería bueno intentar que alguien experto te ayudase... Ni sé qué haré...

En fin, ésto es todo por ahora... Mañana más.

Posted by Hello

Sunday, February 13, 2005

Telefonía móvil



Si hace algunos años nos hubiesen dicho que los teléfonos móviles serían una parte integrante de nuestras vidas, sin las cuales casi no se concibiría la vida moderna, hubiésemos pensado que aquél que nos lo hubiese dicho estaba loco. Pero nada más alejado de la actual realidad; los móviles se han impuesto como un objeto cotidiano más, algo casi tan indispensable cuando salimos como la ropa que vestimos. Éso me hace recordar cómo veía yo los móviles antaño, como objetos de lujo, algo que no me podía permitir y que nunca tendría. Supongo que en ello también influía el tamaño de los primeros móviles que llegaron aquí, auténticos mandos de televisión, enormes, y con una batería gigante que te hacía cuestionar si llamarlo teléfono móvil... y es que lo de crearse imágenes mentales es lo que tiene, que te hace creer cosas a partir de cosas que aparentemente no tienen ningún sentido.

En cambio, vivimos en una época en que los móviles son pequeños, manejables, no ocupan espacio, tienen pantalla a color, y casi son más máquinas de entretenimiento que teléfonos - pongamos por caso el ejemplo de la Nokia N-Gage -. Ese considerar el móvil como un juguete lo podemos apreciar en los niños pequeños, que, cada vez más jóvenes, le piden a su padre que le regale el teléfono móvil - lo malo es que hay padres que con 10 años ya le regalan a su hjio el móvil, tan sólo para no oirlo, y claro, luego llegan las facturas kilométricas -. Lo que aparece en la foto es mi teléfono móvil, comprado hace un año y ocho meses, si no me fallan las cuentas; es un buen teléfono, que hasta ahora no me ha dado problemas, pero claro, es joven aún para que me los dé. Tampoco le doy razones para que sea problemático, pues el uso que le hago es francamente poco intensivo... Algunos mensajes de vez en cuando, que en el momento de enviarlos ya me he arrepentido de enviar, y poco más. Tampoco es que reciba llamadas más allá de las que me envía mi familia o de alguien que se equivoca de número - la última que recibí no enmarcable en esas dos categorías es de hace cinco días -; hay días, como el presente, que lo tengo apagado porque sé que sería inútil mantenerlo encendido. En estas ocasiones a veces lo enciendo por si acaso y cuando pasan cinco minutos lo vuelvo a apagar... así al menos no me hago ilusiones.

Que quede claro que no soy ningún adicto al móvil, aún a pesar de lo que podáis pensar tras haber leído el último párrafo. Es simplemente un objeto más que amplifica mi soledad en días como el presente. Al paso que va, a mi móvil le quedan años, si es que antes no se muere de aburrimiento o se me cae por accidente. Tampoco mi proveedor se va a hacer rico conmigo, porque, menos en Navidades, no he superado nunca el consumo mínimo estipulado en mi contrato.

Sin nada más que decir, me despido... Mañana más.

Posted by Hello

Wednesday, February 09, 2005

Now all the things that seemed so important... they banished right into the air



Cuando creé este blog, la verdad, no era mi propósito convertirlo en un diario de mi estado anímico. La intención era, muy al contrario, otra: tener un lugar en el que volcar mi otro lado más ameno para disfrute y solaz de los que me leyesen. Pero, como suele pasar, las buenas intenciones se quedan en éso, intenciones, y escribir estas líneas de tanto en tanto se ha convertido en una de las pocas válvulas de escape que tengo. No es tanto el intento de que la gente me comprenda, sino el dar a conocer por qué me siento así... o intentarlo, al menos. Mi capacidad expresiva se ha visto anormalmente reducida en los últimos tiempos, así que en la mayoría de ocasiones me veo totalmente incapaz de expresar lo que ronda por mi cabeza en ese determinado momento. Pero bueno, voy a intentar explicar qué pasa por mi cabeza en el presente momento.

Llevo unos días en que estoy totalmente ajeno al mundo que me rodea... todo me da igual. Coger el coche, no cogerlo, que en un lugar del mundo haya una inundación o un gran accidente, lo que me pueda suceder a mí... Es una situación de total indiferencia hacia todo lo que me rodea. Vamos, que podría estar viendo un accidente de tráfico sin siquiera pestañear ni manifestar sorpresa... Lo malo es que no sé si en ese caso intentaría ayudar a la víctima del atropello. Es como si la capacidad de sentir hubiese desaparecido de mí y se hubiese ido de vacaciones por una temporada; de ahí el título que encabeza este post, unos versos de The River, la magnífica canción de Bruce Springsteen, y cuya traducción sería "Y todas las cosas que parecían tan importantes... se desvanecieron en el aire". En estos últimos días, como diría Luz Casal, no me importa nada. Y éso se manifiesta en todo, en mi manera de hablar con la gente - mi frase más repetida es No pasa nada -, o en las cosas que hago, que es como si no las hiciera. Es como si flotase, si pasase de puntillas por esta existencia, por esta realidad que parece ser totalmente ajena a mí, que pasa ante mis ojos sin que yo sea consciente de si me importa o no.

Hay un único sentimiento que permenece ahí, y es la angustia, algo que podemos ver en el cuadro "El grito", de Edward Munch, y que precede a estas líneas. No he visto una imagen más angustiosa que ésta, y aún me sigue pareciendo sorprendente cómo en unos pocos trazos se puede plasmar mejor un sentimiento como ése. Y la angustia que está ahí es precisamente por ese no sentir nada, esa indiferencia que llevo días experimentando. Pero, como llevo días repitiéndome a mí mismo.. no pasa nada. Cualquier cosa que me pase, ya me está bien, no es importante.

Últimamente parezco un filósofo existencialista... En fin, por hoy me despido. Mañana más...


Posted by Hello

Sunday, February 06, 2005

Disfraces... tanto reales como metafóricos



Estamos en fechas de Carnavales, una festividad, con origen en la Lupercalia Romana, y que se ha convertido en una de las fiestas de origen pagano más famosas de nuestras fechas. Son numerosas las ciudades famosas por sus carnavales - a bote pronto, recuerdo los carnavales de Tenerife, Rio de Janeiro o Venecia -. Según el diccionario, es el periodo de tiempo de 3 días que precede al miércoles de ceniza, pero bueno, creo que casi nadie lo tiene presente. El caso es salir a la calle, disfrazarse de lo que sea y pasárselo bien, que es lo realmente importante.

Ésto de los disfraces me parece curioso... Como ya dije en anteriores post, creo que todos tenemos una careta invisible que oculta nuestro verdadero yo, nuestros verdaderos sentimientos y pesares. Todos tenemos nuestros achaques y malos momentos, y depende de lo sólida que sea esa máscara, lo exteriorizaremos más o menos. Que interiormente nos afecte en mayor o menor medida, es harina de otro costal. Pero que quien diga que no ha sentido y tenido la necesidad de tener una careta me parece una de las mayores mentiras que se pueden decir. En mi caso, esa careta es demasiado fina y transparente, y deja traspasar demasiado mis lúgubres pensamientos, cual si fuera un papel atacado por una ola. Y si esa transparencia dejase entrever un carácter alegre, a nadie, y a mí el primero, le molestaría en absoluto. Pero, siendo como es mi carácter lo más alejado de ser alegre, hace que tenga encima el sambenito de ser un "agonías" - cosa que es cierta, pero una cosa es pensarla y otra decirla como me la han dicho algunos -. Y si alguno tiene el valor de decírtelo, es que es verdad, y, aunque no lo sea, te lo acabas creyendo. Si no posteo últimamente es porque paso bastante de hacer de "agonías" delante de todo el mundo, y ahorrarme esta terapia que al principio era para mí escribir este blog. Y en éso estoy... paso de contar a la gente lo mal que estoy, que ya bastante tiene el mundo con sus penas como para contarles las mías.

En fin, ésto es todo por ahora. Mañana más...Posted by Hello

Friday, February 04, 2005

Tabaquismo y sus consecuencias



En mi familia hemos sufrido, en mayor o menor medida, las consecuencias de la adicción al tabaco. Mi padre, a los 28 años, sufrío un ataque al corazón provocado en parte, según le dijeron los médicos, por su adicción desmesurada al tabaco - se podía fumar del orden de una cajetilla diaria -. Mi madre es fumadora, y, por mucho que lo intente, no lo puede dejar; incluso llegó a fumar a escondidas de mi padre, que no le hace ninguna gracia que lo haga. Y desgraciadamente, últimametne el último en caer ha sido mi tío, que lleva una muy mala racha en el particular; hace poco le diagnosticaron un cáncer en un pulmón y se lo tuvieron que extirpar en parte. Ahora, por desgracia, ha vuelto a ser ingresado por habérsele detectado un coágulo de sangre en la parte no extirpada del pulmón. Huelga decir que mi tío es fumador desde hace muchísimos años, y es, desde que lo conozco, adicto a Ducados.

Yo no soy fumador; no he probado nunca un pitillo, y no creo que lo haga en la vida. Más después de ver lo mala que puede ser la adicción al tabaco, y las consecuencias tan graves que lleva consigo. Por mi parte, suelo ser tolerante con los fumadores, pues no suelo - o solía - decirles nada si antes de encender su pitillo me piden permiso y dirigen el humo lejos de donde yo esté, pero cada vez menos. En muchas ocasiones me he visto tentado de llamar la atención a algún fumador que encendía su pitillo en un lugar público donde se les prohibía fumar, pero me he callado, por no querer armar follón. Y es que los fumadores pasivos sufrimos más que los propios fumadores las consecuencias del tabaco, al ser más vulnerables a sus efectos. Es por éso que aplaudo cualquier política de tolerancia cero con los fumadores si ésta lleva consigo a que no se les permita fumar en lugares públicos. En privado que hagan lo que quieran, pero creo que no tienen derecho a minarme la salud por culpa de su adicción al tabaco. Huelga decir que también aplaudo cualquier medida destinada a encarecer el precio del mismo, siempre que los fondos recaudados a tal fin se destinen donde se tienen que destinar, y es a la sanidad pública, o a programas de desintoxicación del tabaco, si es que en realidad se puede - que yo creo que sí, no tengo más que ver a mi padre, que lo dejó en seco tras tener el infarto -.

En fin, hoy he sido breve, y es que no hay inspiración... Mañana más
Posted by Hello

Thursday, February 03, 2005

Pensar... y pedir perdón



Pensar... Es algo que hago bastante a menudo, si no la mayor parte del tiempo, y casi siempre con resultados no demasiado satisfactorios. Pensar no es malo, lo malo es la clase de pensamientos que te pueden venir a la cabeza, y, por desgracia, mi cabeza no está demasiado proclive a los pensamientos alegres. En mi trabajo tengo muchas horas para hablar conmigo mismo, porque donde suelo estar estoy algo aislado, y tendría que gritar para comunicarme con el resto de mis compañeros de línea, así que paso. Así las cosas, a uno le da por pensar, no en la postura clásica, como podemos ver en esta foto de la famosa escultura El Pensador, de Auguste Rodin, sino de pie y trabajando como una moto, que para éso nos pagan.

Luego, por si fuera poco, como vivo más solo que acompañado, pues apenas veo a mi compañero de piso, tengo aún más ocasiones y tiempo para pensar. El ordenador es de lo poco que quizá me sirve como vínculo con el exterior, para hablar con personas, para sentirme un poco más como persona, pues escasas son las ocasiones en que, fuera del fin de semana, puedo ver a mis amigos o conocidos. Y muchas veces me pierdo hablando sobre lo feo que soy, lo poco que me quiero, y de lo infeliz que me siento; y es algo que odio de mí mismo, el decir estas cosas, que, por otro lado, pienso de forma sincera, con el inconsciente deseo de provocar una reacción en mi interlocutor. No es algo que tenga planificiado, ni mucho menos, pero siempre se desarrolla igual: muchas veces tengo ganas de hablar con una persona pero llegado el momento, se me agotan los temas de conversación, me entran las paranoias y empiezo a despotricar de mí mismo. Es algo que se llama autocompasión, y es algo que odio de mi carácter. Hoy mismo me ha pasado hablando con una persona, y tengo la sensación de que ésta se ha ido por no aguantarme más. Si me lee, desde aquí... le pido perdón por toda la charla de esta noche pasada- qué predecible en mí, pedir perdón -. Hoy me pasó con esa persona, pero ha habido bastantes días que tanto ésa como otras personas me han tenido que aguantar en una actitud parecida, así que.... lo siento, no sé qué más decir.... Perdón por todo.

Por hoy ya está, no estoy inspirado ni tengo el ánimo como para ponerme a escribir la parrafada de costumbre. Nos vemos. Mañana más:

David