El círco del fútbol
En la antigua sociedad Romana, la gente culta, los llamados ciudadanos romanos, y más particularmente los patricios, la clase más noble, consideraba que el pueblo llano para vivir no necesitaba nada más que lo que ellos llamaban "panes et circenses" (Pan y circo, en una palabra). Esta expresión devino popular, y pasaría a la historia como una de las más conocidas. Su significado es muy simple: al pueblo no hay que darle más que sustento y una diversión (en este caso, el circo Romano, que no era precisamente como el actual) con la que poder olvidar sus problemas cotidianos y pasar un buen rato.
El fútbol ha devenido, en nuestros dias, qué duda cabe, en la versión moderna del antiguo Circo Romano. No hay día que no pase en el trabajo, en algún local, donde sea, que no oiga hablar de la última polémica entre éste o aquél equipo, de que tal presidente se queja por el trato arbitral otorgado a su equipo, de si este jugador debía haber sido expulsado, que si esa jugada o tal otra era penalty, etc. Es como si no importase más el hecho de que Ronaldo haya estornudado que no que se caiga el edificio Windsor presa de las llamas. Es muy fuerte, no sé, el grado de borreguismo de algunos, que tan sólo saben hablar de ese tema; son gente capaz de movilizarse por impedir que el equipo de sus amores no descienda de categoría por impagos a sus trabajadores, pero incapaz de movilizarse cuando lo que se trata es un tema como el terrorismo o de derechos humanos (si no, mirad a los sevillanos, que registraron la mayor movilización de su historia cuando se supo que el Sevilla iba a descender por sus deudas astronómicas). En definitiva, que no existe nada más que fútbol, casi, en los temas de conversación de los "machos" españoles. Y es algo que me ralla bastante; yo soy aficionado al deporte, culé de nacimiento, pero tengo muchas más cosas más importantes que el fútbol, y no por ver un partido me voy a privar de salir y pasar un buen rato, como sé que hace bastante gente. Me la traen al fresco las polémicas arbitrales, aunque en un momento dado sí me puedan molestar, especialmente si el perjudicado es el equipo de mis amores... aunque tengo el don de olvidarlas a los diez minutos.
Desde estas líneas, quisiera decir que no hay que perder la perspectiva de la vida tan sólo por 22 jugadores corriendo detrás de una pelota, y que tenemos temas mucho más importantes que deberían importarnos mucho más. Y ya puestos a pedir, menos ver deporte y más practicarlo, que por moverse un poco no va a pasar nada.
Nada más por ahora... Mañana más